Cuando el orgullo no te deja entrar en tiempo y en razón,
hay que callar todas sus quejas y hacerle caso al corazón...

viernes, 13 de agosto de 2010

¿Que me inventaré para decirle al mundo entero si me ven tumbada al suelo y sin más ganas de volar?
¿Cómo escondo este par de alas rotas y las suelas de mis botas cansadas de caminar?

¿Y qué voy a hacer si mi barbilla llega al piso y aunque intente la sonrisa no me sale natural?
Si ya me han visto con la mirada perdida, unas cuantas libras menos y unas lágrimas de más...

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